
Con este gesto digno de un tipazo, les tapó el “opertuzo” a los revoltosos gremialistas con aires golpistas y desestabilizadores de la paz social, quienes pasarán a cobrar la abultada cifra de 1740 pesos. No obstante, los caprichosos paladines de la queja ahora quieren que el compromiso se haga por escrito y ratifican la amenaza de paro en caso que así no sea.
0 comentarios:
Publicar un comentario